La investigación realizada es el alma de esas figuras que optan por quedarse un poco más, para investigar la capa fina que penetra las razones de la existencia. Una búsqueda que muchas veces resultó en collezionismi élite, privados o concedidas, siempre complicados para la participación colectiva. La experiencia artística es demasiado a menudo obligada a exigir una carga incalculable, ya que el valor de la emoción no tiene márgenes cuantificables. Ysla nació en esta forma de recordar que la emoción no vive la lógica creativa del mercado; el valor de la experiencia artística puede ser bastante dicho, ofreciendo un nuevo color, un sabor diferente. El uso de una parte de la emoción es la puerta que abre Ysla: a los observadores más atentos,lo que resta es elegir si desea participar en los secretos de la fabricación, o estando vinculado por las parcelas perfectibles de la crítica no siempre es equilibrada